La voluntad política un motor clave para el acceso al tratamiento

27 agosto 2015

Durante la reunión anual de la Plataforma de Investigación Clínica en la Enfermedad de Chagas, celebrada en Buenos Aires, Argentina a finales del mes de Agosto de 2015, la Coalición Global de Chagas participó en un panel sobre desafíos de acceso al tratamiento de Chagas, en el que se habló de los retos y se presentaron ejemplos inspiradores como el del Municipio de la Plata, Argentina o el del proyecto piloto en Colombia  para aumentar el acceso a diagnóstico y tratamiento en este país.

La enfermedad de Chagas es una enfermedad silenciosa y silenciada, que ataca a las personas más pobres y vulnerables. Con 6 millones de afectados y más de 12.000 muertes anuales, es una crisis de salud pública tanto en América Latina, donde la enfermedad es endémica, como en aquellos países receptores de población migrante procedente de la región. 

Estudios recientes han demostrado que aunque el esfuerzo por desarrollar nuevos  protocolos, diagnósticos y fármacos son necesarios, con las herramientas actuales se puede atender adecuadamente a los pacientes.

Tras largos años de esfuerzo y avances en el ámbito de control vectorial, ahora es momento poner el foco en el acceso a tratamiento. Las recomendaciones de OPS/OMS y la London Declaration apuntan en esta dirección.

Actualmente existen experiencias exitosas de tratamiento en base a las que se pueden desarrollar  estrategias para “escalar “el acceso diagnóstico a diagnóstico y tratamiento, poniéndolo a disposición de los millones de pacientes afectados.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos hasta ahora invertidos, menos del  1% de los afectados accede al tratamiento. Es hora de sumar esfuerzos, a través de una alianza de todos los actores clave, desde expertos, líderes de opinión, organismos internacionales, donantes, ONGs  y sociedad civil, para apoyar a los actores responsables a aumentar el acceso a diagnóstico y tratamiento tanto en países endémicos como no endémicos.

Esto solo será posible con el compromiso a más alto nivel de los gobiernos afectados en torno a una “hoja de ruta” de lucha contra el Chagas, el liderazgo de los organismos internacionales que pueden promoverlo y la movilización  de capacidades sinérgicas que consiga traducir las buenas voluntades en resultados tangibles para los pacientes