5º informe de la Declaración de Londres sobre las ETD

La alianza Uniting to Combat NTDs presenta el 5º informe de la Declaración de Londres sobre diez enfermedades desatendidas (ETD), entre las que la enfermedad de Chagas se destaca con varios avances en control de transmisión y mucho camino que recorrer en acceso e investigación.

14 diciembre 2017

El año pasado, uno de cada siete habitantes del planeta fue atendido por al menos una de las 20 enfermedades tropicales desatendidas (ETD), según la clasificación de la OMS. Ese logro posibilita el camino hacia una cobertura sanitaria universal, tal como se destaca en el 5º informe de la Declaración de Londres, publicada por la alianza Uniting to Combat NTDs que evalúa los progresos y desafíos anuales de un grupo de 10 ETD, como la oncocercosis, el Chagas, la enfermedad del sueño o la filariasis linfática, entre otras.

Nos hemos acostumbrado a llamarle “olvidadas”, pero el hecho de haber conseguido atender a más de 1.000 millones de personas en el mundo, abre definitivamente el camino a un objetivo mayor: el de la cobertura sanitaria universal, la prioridad absoluta del nuevo director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “A pesar del éxito logrado, es importante reconocer el enorme trabajo que aún queda por hacer”, declaró el doctor Adhanom. “Si nos tomamos en serio la cobertura sanitaria universal, debemos intensificar nuestros esfuerzos y nuestro compromiso para controlar, eliminar y erradicar estas enfermedades desatendidas en 2020”.

Con base en esa hoja de ruta marcada por la OMS, la Declaración de Londres, firmada hace cinco años por un grupo de organizaciones de salud y desarrollo, donantes e industria farmacéutica, se unieron para trabajar en 10 ETD cuyas características permitían acelerar el paso, mediante estrategias de tratamientos masivos preventivos, como la filariasis linfática (o elefantiasis), o con un mayor apoyo en innovación y en el manejo de las mismas, como en el caso del Chagas.

Haber superado los desafíos que suponen las poblaciones afectadas por las enfermedades más olvidadas (ya sea por la escasez de recursos, la lejanía o las limitaciones impuestas por las propias enfermedades) demuestra que no hay obstáculos insalvables para llegar a una cobertura de salud global de calidad. Para ello han sido claves los esfuerzos de los trabajadores sanitarios y de los promotores de salud voluntarios.

El informe subraya el control de la filariasis linfática y las estrategias de distribución de  tratamientos masivos (o quimioterapia preventiva) como uno de los mejores exponentes en el progreso que ha impactado en el cómputo global de afectados de las ETD, reduciendo la cifra de 2.000 millones, en 2011, a 1.500 millones en 2016.

Como se enfatizó en la pasada cumbre sobre ETD realizada en abril de este año, en Ginebra, la acción de donantes, industria farmacéutica, coaliciones de ONG e investigadores han sido claves para incentivar y expandir la atención sobre las ETDs.

En esa línea se creó la Coalición Global de Chagas (fundada por ISGlobal, DNDi, Mundo Sano, Baylor College y CEADES) que ha permitido unir a más actores y visibilizar la enfermedad para atraer más atención y favorecer el intercambio de conocimiento.

El semáforo de Chagas en amarillo

Sobre Chagas, en particular, el 5º informe de la Declaración de Londres destaca el avance en el control del vector en países endémicos (9 de los cuales se ha declarado libre de la transmisión vectorial) así como el control en los bancos de sangre (en 41 de 42 países se realiza el diagnóstico obligatorio en transfusiones de sangre).

Sin embargo aún persiste el gran desafío del acceso al diagnóstico y tratamiento que no llega ni a un 1% de la población que lo necesita, aun cuando las ONG han conseguido duplicar el número de personas diagnosticadas y tratadas en su trabajo de apoyo al menos a 10 países afectados. Las noticias del registro de benznidazol (uno de los dos tratamientos existentes) en Estados Unidos y México así como del ofrecimiento de la fundación Mundo Sano de tratamiento pediátrico gratuito a los países endémicos permiten albergar muchas esperanzas sobre el avance futuro para el control de esta enfermedad que afecta a entre 6 y 8 millones de personas.

El aspecto que indudablemente necesita reforzarse más, según el informe subraya, es el de la investigación en todos los ámbitos de la enfermedad, entre los que destaca la importancia de los biomarcadores para evaluar la eficacia del tratamiento de manera más certera y del desarrollo de nuevos regímenes de tratamiento y métodos de diagnóstico.  

Otras enfermedades que han experimentado un considerable retroceso han sido la tripanosomiasis humana africana (o enfermedad del sueño) de la que apenas quedan más de 2.100 casos; o la enfermedad del gusano de Guinea, de la que se registraron solo 26 casos en 2017, lo que supone un descenso espectacular si consideramos que hace 30 años había 3 millones de personas afectadas por esa enfermedad.

Bajar el informe aquí 

 

La Declaración de Londres. El 30 de junio de 2012, un grupo de compañías farmacéuticas, organizaciones no gubernamentales, donantes, y de representantes de países endémicos firmaron la Declaración de Londres sobre las Enfermedades Tropicales Desatendidas con el compromiso de controlar, eliminar y erradicar 10 de esas enfermedades en 2010 (Chagas, Gusano de Guinea, Enfermedad del Sueño, Lepra, Filariasis linfática, oncocercosis, ceguera de río, esquistosomiasis, helmintiasis, tracoma y leishmaniasis visceral).

Las 20 enfermedades Tropicales Desatendidas que clasifica la OMS afectan a 1.000 millones de personas en el mundo. Estas enfermedades tienen un impacto enorme en las comunidades con menos recursos del planeta. Pueden causar discapacidades y dejar a los niños fuera de servicios educativos ya sus padres sin posibilidad de trabajar.