La plataforma G-Finder ha publicado este trabajo, en el que apunta a la urgencia de encontrar nuevos métodos que superen los tests actuales, mayoritariamente serológicos, para un diagnóstico que abarque todas las etapas de infección en los pacientes. Para ello establece tres objetivos principales: dar con una prueba que evalúe la respuesta al tratamiento y, con ello, se propicie su mejora; dar con un test para la detección del Chagas en su fase aguda, con especial atención al congénito; y simplificar el proceso para el diagnóstico de la enfermedad en su fase crónica.
En este sentido, se apunta a la necesidad de aumentar la financiación para la mejora de estos procesos de investigación y desarrollo, toda vez, tras el máximo alcanzado entre los años 2010-2012 con alrededor de tres millones de dólares al año, se observa una tendencia a la baja hasta 2019, último año registrado y previo a las complicaciones derivadas de la situación sanitaria mundial sobrevenida a causa de la pandemia por la COVID-19.
Así mismo, con la US National Institutes of Health (NIH) y DNDi como mayores inversores, entre otros, se observa una mayor dedicación a la detección e investigación preclínica, en detrimento de la evaluación clínica que aquí se refiere, que se vería reforzada de contar con más medios que avancen en el desarrollo de los seis productos con que actualmente se trabaja.
Lea el estudio completo (en inglés) en el siguiente enlace.
