La enfermedad de Chagas que originalmente era una endemia americana, dentro del propio continente americano, se desplazó hacia áreas no endémicas con las migraciones. Las migraciones se dan dentro de los países o entre países.
En Europa, donde históricamente no se pensaba en Chagas, la problemática se hizo presente con las migraciones desde áreas endémicas como Latinoamérica. Entre 2011 y 2015, en centros sanitarios de España con la promoción de Mundo Sano se testearon 3.288 personas, de las cuales 698 resultaron positivas y gran parte inició el tratamiento. La demanda espontánea también creció: ya trataron a 3.628 personas en estos centros. Mundo Sano formó a agentes sanitarias que padecieron la enfermedad en el programa Madres comprometidas con el Chagas. Su rol fue estratégico para el logro de los resultados. Con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud y una alianza público-privada para distribuir el tratamiento, España se destaca: se trata a un diez por ciento de las personas con Chagas, mientras en el resto del mundo los tratamientos aún solo alcanzan al uno por ciento.
