Llegar a tiempo para detener al Chagas (VI): Cuando la paz da una oportunidad a la salud contra el Chagas. Una ruta llamada RIAS

31 enero 2023

 

6. Cuando la paz da una oportunidad a la salud contra el Chagas. Una ruta llamada RIAS
 
Las evidencias demuestran que al detectar y atender en la atención primaria se mejora la adherencia y respuestas de las personas al tratamiento y se reducen los costes en los que incurren quienes buscan atención y quienes la proporcionan. El doctor Mauricio Vera, al frente del programa de control de vectores del Ministerio de Salud de Colombia, nos explica que, en Colombia, se lleva ya varios años implementando, en los departamentos de más alta incidencia de la enfermedad (Casanare, Boyacá, Santander y Arauca), la Ruta Integral de Atención para Chagas (RIAS) que organiza la secuencia de las intervenciones necesarias para la atención efectiva de la población a través de la implementación de la Guía para el Diagnóstico y el Tratamiento de la Enfermedad de Chagas de la Organización Panamericana para la Salud (OPS), así como los lineamientos para atención clínica de la enfermedad y la Política de Atención Integral en Salud de Colombia.
 
Los datos muestran que en algunos de los departamentos donde se ha implementado la RIAS Chagas, bajo el proyecto piloto desarrollado en colaboración con DNDi, que consiste en una hoja de ruta centrada en el paciente, se pudo multiplicar hasta por 13 el número de personas diagnosticadas y por 5 el de tratadas. Esto muestra que es posible diagnosticar y tratar de manera temprana en el primer nivel de atención, antes de que aparezcan complicaciones de la enfermedad, favoreciendo las probabilidades de curación. La RIAS ha permitido también mejorar la disponibilidad del tratamiento para todas las personas, logrando una reducción del sufrimiento de la población afectada y, a su vez, los costos para las familias y para el sistema de salud en general.
 
En el trienio de 2019 a 2021, en medio de la pandemia, solo se pudo tamizar al 5.1% de las mujeres gestantes en riesgo de transmitir Chagas, y sólo se llegó al 60% de tamizajes en recién nacidos.
 
Pero no solo se trató del problema originado por la pandemia. Uno de los grandes problemas es que la atención para las personas con Chagas, en su mayoría, se siguen realizando con especialistas y no en el primer nivel de atención, lo que contribuye al aumento del costo, ya que el paciente debe asumir días sin poder trabajar, más los gastos de desplazamiento y de alimentación. Para el sistema de salud también supone un gasto en exámenes y citas especializadas que, si bien pueden ser necesarios en algunos pacientes, no así para la mayoría, que podría iniciar tratamiento mucho antes. Además, algunos de los exámenes de laboratorio necesarios para iniciar el tratamiento, como las pruebas hepáticas, requieren autorizaciones de las aseguradoras o entidades promotoras de salud (EPS), lo que genera demoras en los procesos.
 
El uso de pruebas diagnósticas descentralizadas y la capacitación del personal de salud son otros de los componentes en los que las entidades prestadoras de salud en el primer nivel de atención deben comprometerse a ofrecer. Si no es así, según las autoridades de salud, esta ruta no funcionará y los logros demostrados en zonas de alta incidencia no podrán ser expandidos a todo el país. La eficacia de la RIAS depende de la ejecución de las instancias proveedoras de salud públicas y privadas.
 
La paz en muchos de los municipios que, antes eran inalcanzables, da una oportunidad para controlar enfermedades desatendidas, como el Chagas. Pero la clave está en que la enfermedad no traspase, en gran medida, la primera trinchera del acceso a la salud: la atención primaria. Si se logra articular la RIAS con la colaboración de todas las instancias que prestan servicios de salud, Colombia puede liderar en la región las buenas noticias contra el Chagas.
 
 
Reportaje elaborado en visita de campo por Javier Sancho y Ulrich-Dietmar Madeja. Imágenes de Jorge Martínez.
 
Agradecemos al dr. Mauricio Vera, del Programa de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia. Agradecemos al equipo de control vectorial de Boyacá y, en particular, a Laura Lizarazo, Rafael Pérez y Germán Pulido, sin cuyo apoyo en el terreno, este material hubiera sido imposible.

Enfermedad de Chagas

Por el control y el acceso universal al tratamiento

Contribuciones de los socios de la Coalición Global de Chagas

PARTNERS INVOLVED :

Subscribe to our newsletter