El trabajo parte del planteamiento de incorporar a la sociedad civil y sus demandas al proceso científico. Mediante el diálogo horizontal, se trata de optimizar las estrategias para la mejora de las condiciones de vida de las personas afectadas por la enfermedad de Chagas a partir del conocimiento de la comunidad, reconocida como agente social activo.
Esta relación ha fomentado la interconexión entre profesionales y afectados del Valle Alto de Cochabamba, considerada zona hiperendémica, sumando al paradigma la implicación que otros factores ajenos a la propia medicina tienen a la hora de condicionar un eventual acceso a los debidos cuidados. En este sentido, surgen aspectos psicosociales que atañen ya no sólo a la relación existente entre el entorno y las familias, sino a la percepción que dentro de éstas se tiene sobre la enfermedad.
En 2018 se inicia la investigación a través de las experiencias de varias familias afectadas, tomando datos a partir de tres áreas de interés: el componente estructural, el psicosocial y el relativo a un sistema de salud plural. De esta manera se han podido contrastar circunstancias vinculadas a distintos sesgos, como puedan ser el lugar en que vive la familia, su condición socioeconómica, el género de sus miembros, la accesibilidad a un sistema público e integral de salud, o la discriminación en función del grado de afección por Chagas, entre otros.
Las conclusiones apuntan a la necesidad de una mejora en el conocimiento de cómo las personas afectadas y sus familias se enfrentan a la enfermedad para que el acceso al diagnóstico y tratamiento se adapte de manera eficaz al contexto sociocultural. Así mismo, se recalca la necesidad de una mejora en la educación sobre la enfermedad de Chagas, tanto como forma de reorientar la percepción que la sociedad tiene de esta dolencia como, consecuentemente, de propiciar una atención sanitaria integral. El objetivo marcado es la detección temprana de la infección para, aun estando en su fase aguda, evitar su desarrollo como enfermedad y todas aquellas complicaciones que lo acompañan.
La investigación ha sido llevada a cabo por profesionales de ISGlobal y la fundación CEADES, ambos cofundadores de la Plataforma Boliviana de Atención Integral a Pacientes con Enfermedad de Chagas y el proyecto InSPIRES.
El estudio ha sido publicado en PLOS. Puede acceder a él a través de este enlace.
Esta relación ha fomentado la interconexión entre profesionales y afectados del Valle Alto de Cochabamba, considerada zona hiperendémica, sumando al paradigma la implicación que otros factores ajenos a la propia medicina tienen a la hora de condicionar un eventual acceso a los debidos cuidados. En este sentido, surgen aspectos psicosociales que atañen ya no sólo a la relación existente entre el entorno y las familias, sino a la percepción que dentro de éstas se tiene sobre la enfermedad.
En 2018 se inicia la investigación a través de las experiencias de varias familias afectadas, tomando datos a partir de tres áreas de interés: el componente estructural, el psicosocial y el relativo a un sistema de salud plural. De esta manera se han podido contrastar circunstancias vinculadas a distintos sesgos, como puedan ser el lugar en que vive la familia, su condición socioeconómica, el género de sus miembros, la accesibilidad a un sistema público e integral de salud, o la discriminación en función del grado de afección por Chagas, entre otros.
Las conclusiones apuntan a la necesidad de una mejora en el conocimiento de cómo las personas afectadas y sus familias se enfrentan a la enfermedad para que el acceso al diagnóstico y tratamiento se adapte de manera eficaz al contexto sociocultural. Así mismo, se recalca la necesidad de una mejora en la educación sobre la enfermedad de Chagas, tanto como forma de reorientar la percepción que la sociedad tiene de esta dolencia como, consecuentemente, de propiciar una atención sanitaria integral. El objetivo marcado es la detección temprana de la infección para, aun estando en su fase aguda, evitar su desarrollo como enfermedad y todas aquellas complicaciones que lo acompañan.
La investigación ha sido llevada a cabo por profesionales de ISGlobal y la fundación CEADES, ambos cofundadores de la Plataforma Boliviana de Atención Integral a Pacientes con Enfermedad de Chagas y el proyecto InSPIRES.
El estudio ha sido publicado en PLOS. Puede acceder a él a través de este enlace.
