5. Tratarse o no tratarse. El cuidado de informar bien en la primera consulta sobre el Chagas
Juan Simeón Melo, de 77 años, vivió casi toda su vida en una comunidad rural. Pero ahora vive en Garagoa, una de las ciudades más pobladas del Valle de Tenza (Boyacá, Colombia). Le diagnosticaron Chagas a los 65 años, y acude periódicamente a la consulta del internista aquí en el hospital de Tenza.
El internista, Miller Niño, recibe a unos 30 pacientes mensuales con Chagas crónico, de los que entre 2 y 3 son nuevos casos. La consulta suele prolongarse porque cualquier detalle, cualquier información, es importante para valorar, más allá de las pruebas, el estado de salud de los pacientes. El tiempo es una de las claves de la atención integral. Nuevamente es oro.
El hermano de Juan Simeón también tiene Chagas. Pero no se lo detectaron hasta que el corazón dio señales de daños graves. Actualmente tiene un marcapasos. La mujer y los hijos de Juan Simeón se hicieron las pruebas y salieron negativo.
Después de comprobar el estado de Juan, el internista solo le recomienda bajar un poco de peso para ayudar a su corazón. Según nos explica el doctor Niño, "durante los dos meses que dura el tratamiento, se hacen tres controles o consultas de seguimiento a los pacientes y así observar si surgen reacciones adversas".
Para poder evaluar posibles complicaciones, el doctor comenta que "no se da al paciente todo el tratamiento al principio". Con ello, intentamos que la persona vuelva. "El problema es que mucha gente que vive en zonas rurales, al estar asintomáticas y sentirse bien, no perciben la necesidad de volver a consulta que, a veces, les queda lejos". En cualquier caso, Niño explica que las reacciones adversas del tratamiento que han visto hasta ahora han sido leves y fáciles de manejar.
Pedro José Gutiérrez, de 61 años, proviene de una vereda de Almeida. Allí, el "pito" habita en muchas casas. Pero ahora vive en Garagoa, donde encontró un trabajo pavimentando las calles del municipio. Cobra unos 35.000 pesos (unos 7 dólares) por día de trabajo. Le da miedo tener que acudir a las citas médicas para recibir tratamiento por si le echan de este empleo que necesita tanto. Le comunicaron el resultado confirmatorio de Chagas en septiembre de 2022. Tiene 4 hijos. Nos dice que no todos se han hecho la prueba de Chagas. Ahora él empezará el tratamiento. Sobre los pitos, bueno, "allá, en la vereda, creían que era una plaga de insectos sin mayores consecuencias".
"La clave está en cómo se informa al paciente en la primera consulta", nos dice el doctor Niño. "Es ahí cuando comienza a entender la importancia del tratamiento, pero también de lo que implica en términos de tiempo y de posibles efectos secundarios".
Ahora es mediados de octubre y don Pedro ha venido temprano, tras recibir la confirmación en septiembre. Otros, según nos dice el doctor, no llegan o vuelven a aparecer un año después, por lo que hay que reevaluar todo de nuevo.
Tanto el doctor Niño como Miguel Mauricio Alba, el médico con más años de experiencia en la atención a Chagas en este municipio, coinciden en que la atención ha mejorado muchísimo en los últimos años.
"Ahora hay más interés de parte del personal de salud", confirma el doctor Alba. "Antes, la cobertura era muy pobre. Algunos pacientes no venían por miedo a falsos rumores o por desinterés. El sistema ha mejorado muchísimo. Ya no deberíamos tener problemas de acceso porque hay mucha información".
En Colombia, se lleva ya varios años implementando, en los departamentos de más alta incidencia de la enfermedad (Casanare, Boyacá, Santander y Arauca), la Ruta Integral de Atención para Chagas (RIAS). Con el apoyo de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), el programa ha logrado multiplicar el número de diagnosticados y tratados. Pero el reto sigue siendo llegar a tiempo en el nivel de atención primaria.
Reportaje elaborado en visita de campo por Javier Sancho y Ulrich-Dietmar Madeja. Imágenes de Jorge Martínez.
Llegar a tiempo para detener al Chagas:
