El resultado arroja diferencias entre distintas regiones del tejido en función de la carga parasitaria, cuya identificación ayuda a explicar la actual incógnita acerca del desarrollo de síntomas severos en el corazón del 30 % de aquellas personas en fase crónica de la enfermedad.
La mejora del conocimiento de estas perturbaciones suponen un avance de cara a un nuevo marco para el tratamiento del Chagas.
Accede al estudio completo en PLOS.