Una investigación aborda la transmisión oral del Chagas en Colombia

Este tipo de transmisión tendría un gran impacto en la región, con graves manifestaciones clínicas que podrían ocasionar la muerte de las personas afectadas.

29 febrero 2024

La transmisión oral del Trypanosoma cruzi, vector causante de la afección comunmente conocida como enfermedad de Chagas, requiere de mayor investigación y recursos para su control, según un estudio colaborativo, recientemente publicado por investigadores de distintas entidades, como la Universidad de Florida, la Universidad de Antioquía, la Universidad de Carolina del Sur y otros expertos en enfermedades infaccionas y medicina tropical.
 
América Latina cuenta con 21 países en los que la enfermedad de Chagas es considerada endémica. La presencia del vector en estos países a menudo lleva a pensar que la mayor parte de la gente que adquiere el parásito Typoanosoma cruzi lo hace por esta vía. Sin embargo, estas rutas de contagio son variadas, siendo la transmisión vertical o materno-infantil de gran relevancia no sólo para estas regiones sino que se trata de la principal en su expansión hacia el resto del mundo a través de los fujos migratorios. No obstante, la transmisión oral muestra en los últimos años, según los expertos, un incremento constante que hace urgente y necesaria mayor investigación para entender mejor el ciclo de vida del T. cruzi. Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, la Gyayana francesa y Venezuela son países donde este tipo de transmisión ha sido reportada de manera singular, lo cual no exime a otros de los cuales aún se necesita realizar un análisis más exhaustivo.
 
El estudio publicado, "Oral Chagas Disease in Colombia — Confirmed and Suspected Routes of Transmission", ahonda en las manifestaciones clínicas de la enfermedad y sobre estas rutas de contagio en territorio colombiano, arrojando luz sobre otras, algunas aún por investigar. La transmisión oral suele asociarse al consumo de comida y agua contaminada, así como a tarvés de carnes de animales silvestres infectados y los zumos o jugos de ciertas frutas; pero también se detectan otras variantes como es la ingesta de sangre de mamíferos entre ciertas prácticas culturales del país. 
 
Otro elemento a considerar es de carácter geográfico, pues el aumento de casos en zonas que no son habitualmente asociadas con la presencia del vector causante de la enfermedad sugiere necesariamente la consideración de otras rutas de transmisión, como la oral, que además se estima actualmente sea la de mayor importancia en comunidades como las que se encuentran dentro de la cuenca del Amazonas. A esto habría que sumar el hecho de que contraer enfermedad de Chagas por ésta u otras vías es un riesgo no sólo para aquellas personas que habitan regiones endémicas sino también para quienes viajan desde otros lugares y posteriormente regresan a sus lugares de residencia habituales.
 
Desde el punto de vista clínico, la enfermedad de Chagas por vía oral tiene un período de incubación de unos 3 a 22 días, en contraste con los menos de 15 días que demora por transmisión vectorial y, al alza, los hasta 160 que podría suponer para una persona afectada por transfusiones o trasplantes. En su fase aguda puede presentar multitud de síntomas, algunos habituales como fiebres o vómitos, y que son confundidos a menudo con otras dolencias comunes o no tan comunes; también con otras Enfermedades Tropicales Desatendidas como la malaria. Sin embargo, resulta de especial relevancia la alta frecuencia detectada de personas que acusan anormalías cardíacas, y una eventual mortalidad que podría ascender en torno al 35%.
 
Dada la urgencia con que se presenta la transmisión oral del Trypanosoma cruzi, la literatura científica sobre su fisiopatología es limitada. Esto revela la necesidad una mayor implicación para su vigilancia por parte de las organizaciones internacionales de la salud, así como de continuar investigando acerca de su compleja dinámica y examinar más a fondo sus manifestaciones clínicas; a fin de generar una mayor conciencia y una mejor comprensión de esta Enfermedad Tropical Desatendida, que ayude a reducir la carga de la enfermedad de Chagas en toda América Latina.
 
Con motivo de la publicación de este estudio, Coalición Chagas ha tenido la oportunidad de charlar con uno de los firmantes del documento, el doctor Norman L. Beatty, experto en Enfermedades Infecciosas y Medicina Global de la Universidad de Florida. En este ChagasChat, Beatty nos muestra brevemente las claves y conclusiones extraídas de este imprescidible trabajo. 

 
 
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