Desde el año 2016, la enfermedad de Chagas forma parte de la lista de enfermedades incluidas por la inciativa, compromiso de los Estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sumándose así a otras como el VIH, la sífilis o el virus de la hepatitis B (VHB). La iniciativa ETMI Plus recoge estos objetivos, y suscribe los principios y las líneas de acción de la Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, aprovechando las enseñanzas extraídas del plan de acción para la eliminación maternoinfantil de la infección por el VIH y la sífilis, del 2010.
En la misma línea, la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) actualiza en 2024 las recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la entermedad de Chagas y otras enfermedades de transmisión materno-infantil. Este documento, dirigido a profesionales de la salud, acompaña en los esfuerzos de estos años por eliminar este tipo de enfermedades como problema de salud pública en la Región de las Américas.
En la elaboración de estas guías, se han convocado a expertos de América Latina y el Caribe, para cada uno de las enfermedades abordadas, a fin de disponer las mejores herramientas para establecer las estrategias que mejor se adapten a las necesidades y dificultades de cada país.
"El trabajo debe comenzar previo al embarazo, en poblaciones de adolescentes y mujeres en edad fértil, a través de consejerías, prevención de infecciones de transmisión sexual, anticoncepción, consultorios de salud sexual integral, asesoramiento en profilaxis previa a la exposición y post exposición, con énfasis en las poblaciones más vulnerables".
El bloque dedicado a la Enfermedad de Chagas ha sido elaborado por Jaime Altcheh, Guillermo Moscatelli y Samanta Moroni, del Servicio de Parasitología-Chagas del Hospital de Niños R. Gutiérrez (Buenos Aires, Argentina); quienes señalan tres objetivos a alcanzar para eliminar la transmisión transplacentaria:
1. Aumentar a 90% o más el tamizaje de las niñas y mujeres.
2. Aumentar a 90% o más el tamizaje de las mujeres embarazadas.
3. Aumentar a 90% o más el tratamiento de las madres seropositivas.
Y otros tres para la transmisión en recién nacidos infectados:
1. Aumentar a 90% o más el tamizaje de los recién nacidos de madres seropositivas.
2. Aumentar la cobertura del tratamiento de los recién nacidos infectados a ≥ 90%.
3. Lograr la curación y resultados serológicos negativos después del tratamiento en ≥ 90% de los niños con la infección.
Estas recomendaciones pasan por ampliar la cobertura del tamizaje en los sistemas de Atención Primaria en salud a mujeres en edad fertil y en mujeres embarazadas, siendo el tiempo un factor crucial en los casos detectados, dado que el tratamiento es efectivo y puede lograr una curación completa si se establece en los primeros meses de vida.
Las Guías Latinoamericanas de Infecciones Congénitas y Perinatales analizan pormenorizadamente todas estas fases y recomiendan los protocolos a seguir para un diagnóstico certero y el establecimiento del tratamiento más eficaz. Con la publicación de esta guía, la SLIPE realiza un acto de divulgación acerca de la enfermedad causada por el Trypanosoma Cruzi, desde su historia, sus causas, sintomatología, y sus vías de transmisión. Además, arroja datos actualizados sobre la situación en los distintos países de la Región que, a pesar de los avances, especialmente en lo que refiere al control del vector, presentan realidades desiguales en lo que refiere al control de la transmisión maternoinfantil, esto es, en el diagnóstico y tratamiento de mujeres en edad fertil, embarazadas y niños recién nacidos.
El objetivo final es que para el año 2030, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas, al menos hacia un 90% de los niños con la enfermedad de Chagas se curen y tengan un resultado serológico negativo después del tratamiento.
